Como arquitectos, siempre es un honor ver cómo la restauración de un patrimonio tan significativo como el Templo Votivo do Mar avanza hacia su ejecución. Este icónico templo, obra del renombrado arquitecto Antonio Palacios, no solo representa una joya arquitectónica, sino que también es un testimonio cultural de la historia gallega. La reciente noticia anunciada acerca de la finalización de las obras en el primer semestre de 2025, es un paso clave para la preservación de esta edificación.
La intervención prevista es una respuesta necesaria al deterioro que el tiempo ha causado. Especialmente, las patologías observadas en las vidrieras, rosetones y forjados de la torre, elementos que, sin duda, requieren una atención minuciosa para asegurar su conservación y su valor estético.
En este tipo de obras, la responsabilidad va más allá de lo meramente técnico. Es un acto de respeto y de admiración hacia el patrimonio que hemos recibido, y nos alegra ver cómo las instituciones trabajan para asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de este legado.