Rúa Tetuán | Pontevedra

La rehabilitación de este edificio enclavado en el corazón del centro histórico de Pontevedra busca respetar las raíces sin olvidar la época en la que estamos.

Este edificio, cuyo diseño original data del siglo XIX, encarnaba una tipología clásica que se repetía con frecuencia en el patrimonio histórico de Pontevedra. Se caracterizaba por su planta cuadrangular y la sólida presencia de muros de mampostería.

El proyecto de rehabilitación se enfocó en la restauración de dos pequeñas viviendas, cada una con una sola estancia, así como el espacio bajo la cubierta. Durante este proceso, se llevó a cabo una consolidación de la estructura de muros, preservando la construcción original.

Se opta por el uso de materiales locales y sostenibles, en consonancia con la tradición constructiva. Esta elección no solo conservó la esencia histórica del edificio, sino que también minimizó su impacto ambiental, fomentando así la circularidad.

Desde esa perspectiva el uso de estrategias pasivas es una obviedad, pues obvio es que así se ha construido siempre.

Esto ha llevado a un consumo energético excepcionalmente bajo, lo que no solo disminuye la huella ecológica del edificio, sino que también crea un ambiente interior de máxima calidad, disfrutando de niveles superiores de salubridad y confort.

Este proyecto quiere recordar que el respeto por el pasado puede ir de la mano con la visión de futuro, contribuyendo al entorno urbano, la historia y al medio ambiente.

This building, whose original design dates back to the 19th century, embodied a classic typology frequently seen in Pontevedra’s historic heritage. It was characterized by its square-shaped floor plan and the solid presence of masonry walls.

The rehabilitation project focused on restoring two small dwellings, each with a single room, as well as the space under the roof. During this process, the structural consolidation of the walls was carried out, preserving the original construction.

The use of local and sustainable materials was chosen in harmony with traditional construction practices. This choice not only preserved the building’s historical essence but also minimized its environmental impact, thus promoting circularity.

From this perspective, the use of passive strategies is a given, as it is clear that this is how buildings have always been constructed.

This approach has led to exceptionally low energy consumption, which not only reduces the building’s ecological footprint but also creates an interior environment of the highest quality, offering superior levels of health and comfort.

This project serves as a reminder that respect for the past can go hand in hand with a vision for the future, contributing to the urban environment, history, and the environment.